Puedes estar orgulloso de muchas cosas en la vida: de lo guapa, inteligente y simpática que es tu sobrina y de lo mucho que se parece a mí cuando yo era pequeño; de saber girar un bolígrafo sobre tus dedos sin que se te caiga al suelo; de no equivocarme ya al querer darle al intermitente en el coche y no darle más a los limpiaparabrisas; de que venga un australiano hacia ti y te pregunte una dirección concreta, sacando mi iPhone le indique el camino correcto: “Thank you, man”, me dijo el tipo, mascando un chicle de menta como si fuera el último chicle de su vida. “No worries”, le dije yo con una ligera inclinación afirmativa de mi cabeza. También puedes estar orgulloso de saber diferenciar el Futuro Continous del Present Perfect Continuous con un 85% de no equivocarte al utilizarlo en una frase aleatoria dentro de la clase de inglés. O de comprarte una lavadora el último día que el gobierno de South Australia te devuelve 200 dólares por comprarla de carga frontal, en lugar de comprarla de carga vertical, porque en teoría, las lavadoras de carga frontal gastan menos agua que las de carga vertical y tal y como está el asunto del agua por aquí, hacer algo para su ahorro esta recompensado.
Pero todavía no estoy orgulloso de mi nivel de inglés. Todavía no entiendo las canciones en inglés. Y dentro de esas canciones, las que me han acompañado durante los últimos 20 años de mi vida: las de Bruce Springsteen.
Quizás el día que empiece a entenderlas, la magia de muchas canciones desaparezcan, pero yo seguiré acompañándolo tal y como él lo ha hecho conmigo.
Comprando electrodomésticos: Esta tarde hemos estado en The Good Guys. Una especie de Media Mark repleta de todos los electrodomésticos necesarios para la casa. Lo más sorprendente del sitio es un tipo que hay en la puerta de entrada. El tipo se debe pasar toda su jornada laboral, pongamos 4, 6, 8 horas, deseando un buen día a todos los clientes que entran a la tienda. Esa es su función. Desearles un buen día a la entrada y a la salida de la tienda. Y ya está. Lo podéis ver detrás del cristal. Esperando la siguiente entrada o salida de cliente de turno. “Have a nice day”. Y así hasta el infinito.
Otro 5 - 0: Lo mejor de estar lejos de España es que el fútbol aquí deja de ser importante. Levantarse a las 8:00 am y leer la crónica de El País sobre el clásico partido del siglo, para ver que tu equipo vuelve a perder contra el enemigo por un deshonroso 5 – 0. Es el momento adecuado para hacerse fan del fútbol australiano o del cricket, que seguro que me dará más alegrías que este Real Madrid de mentira.
No son las 5 de la mañana ni las 5 de la tarde en ningún sitio que nos interese, mejor me pongo los cascos, enchufo en el iPod una canción de Bruce y la intento entender. Son las 21:45 y los culés todavía deben estar relamiéndose de la victoria contra los merengues. Que os aproveche la comida de hoy que ya son las 12:45 y no os comáis nada de postre que os vais a empachar.
Si Sam, es verdad eso que dices de las canciones, las tienes idolatradas y cuando realmente entiendes qué quieren decir,muchas pierden su magia.Pero como tú dices, siempre nos han acompañado!Dentro de nada tendrás la lengua súper dominada! ¿Sólo dice Have a nice day ?¿Y ya? Sin comentarios...Besos.
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