Si tienes que terminar de montar una casa con muebles del Ikea antes de que finalice el domingo, lo mejor es tomarte un buen desayuno para coger fuerzas el resto del día. Eso hicimos ayer por la mañana. Ir a una cafetería del centro de Adelaide y pedir un par de desayunos completos de los que hacen daño al hígado, estómago y riñones, pero que te dejan sin ganas de probar bocado hasta las ocho de la tarde.
También te puede pasar que llegue una familia kilométrica y se sienten justo detrás de ti, para celebrar que hace pocos días que ha nacido un nuevo bebé. Eso sirve para hacer conjeturas de quién es pareja de quién. Porque una familia como la que se sentó detrás nuestra, lo hace de forma aleatoria, sin seguir un orden de parejas normal. Así que Lorena y yo nos dedicamos a unir parejas que resultaron no ser reales.
“El alto de la camiseta a rayas, es el marido de la que acaba de parir”, o “la que va de moderna, es la madre de la niña de cazadora lila y botas rosas”, y hasta puedes juntar a un tipo que se parece a Paquirrin con una rubia demasiado guapa para él y que tiene una hija idéntica a ella.
El resultado deja mucho que desear. Solo acertamos con la última pareja (la de la rubia y el doble de Paquirrín), porque el alto es el marido de la moderna y la que acaba de parir es la madre del que parece el hermano de Paquirrín, vamos el Fran Rivera de turno. Un mero entretenimiento antes de ir a lo que nos interesa.
Nos quedan pocas cosas por montar en casa. El botellero para vino, los cajones del mueble del comedor, el escurridor de platos y la mesa con las sillas y su butaca del jardín.
Lorena ha llevado el mando a la hora del montaje de muebles. Tiene más experiencia y confío ciegamente en ella. Todos los muebles están perfectamente ensamblados, lo último que nos queda por montar es la mesa del jardín y sus asientos. Allá vamos.
Sacamos todas las piezas de la caja de cartón, que debe pesar una tonelada, y comprobamos que esté todo. Lorena entonces, suelta:
“Nos falta una U y las patas de la mesa”.
Si ella dice que le falta una U, es que nos falta una U. Así que volvemos a meter todas las piezas en la caja de cartón y nos la llevamos de regreso al Ikea. Nuestra tienda favorita hasta el momento.
Esta es la supuesta U.
Y estas son las patas de la mesa sobre la silla del jardín.
El camino hasta el Ikea son 20 kilómetros desde Mawson Lakes, que es el mismo que habrá que hacer cuando alguno de vosotros venga de visita. El Ikea está al lado del aeropuerto de Adelaide, y es la primera imagen que veréis de Australia.
Devolvemos la caja de cartón con todas las maderas desperdigadas y vamos a por otro paquete de mesa y asientos de jardín. Es barato y no podemos perder este ofertón, así que volvemos a meter la pesada caja en nuestro coche y regresamos a casa. Lorena chequea el contenido de la caja y me mira con cara de: “no me mates, pero creo que antes la cague”. Me explica que se había confundido con el contenido de la caja, que la U que reclamaba no era una parte de la butaca, sino que eran las patas de la mesa, y lo que creía que eran las patas, eran otra parte de la mesa.
Después de todo lo bien que lo ha estado haciendo como ingeniera principal del montaje de los muebles de casa, yo que le hago de técnico de montaje pelado, no tengo porque enfadarme. Además, es una buena anécdota para contaros hoy a todos.
Finalmente la mesa y las sillas del jardín están bien colocadas en su sitio.
Eran las 19:00 cuando terminamos de montar los últimos detalles de la casa. Ya nos queda poco antes de irnos a vivir allí. Así que teniendo en cuenta que en España eran las 9:30 am, qué mejor forma de desayunar que en un jardín con una mesa que tiene patas en forma de U.
El botellero para vino??
ResponderEliminarchavales, sois lo más! ahora si que está claro: hay que ir de visita!
Tengo que añadir que ayer mismo lo hemos llenado!!!
ResponderEliminarVAYA BOCATA!!!!
ResponderEliminarYa podéis ir rellenando ese botellero con grandes reservas para cuando vayamos a visitaros!!!
ResponderEliminarEsa mesa y sillas tan bien montadas os quedan genial!!!