Miro el reloj del microondas. Son las 2:00 de la mañana, los ojos pesan demasiado como para mantenerlos abiertos y por la ventana del apartamento, los gritos de algún borracho, que ha perdido la última oportunidad de pedirle perdón a su novia, reclama que vuelva a su lado solo por esta noche. Cierro los ojos y un segundo después el reloj del microondas ya marca las 9:30 de la mañana. Se han ido el borracho, la novia y las excusas absurdas, y ahora entra el sonido agobiante de dos cuervos que quizás imiten el desamor de anoche. Mis ojos parecen pedir un poco más de unión entre ellos, pero el deber es el deber. Hay noches que pasan demasiado deprisa, sobre todo si te toca volver a vivir un “deja vu”. Volvemos a Ikea en busca de todos los muebles que ya elegimos ayer. La cama Sultán, el sofá Karlstad, la mesa Bjursta, la alfombra Hoven, la librería Billy, la lámpara Dudero del salón. Un caótico mundo de nombres suecos que son familiares en todo el mundo y que nosotros también vamos a tener en nuestra nueva casa de Mawson Lakes.
Hasta la comida del Ikea nos empieza a parecer familiar: sus albóndigas con salsa Graddsa, sus macarrones pasados de vueltas con salsa dulce de tomate o sus fantásticos pasteles de chocolate amargo. Todo en Ikea está preparado para que volver un día tras otro te parezca el mejor plan para un fin de semana.
Después de pasar semejante cantidad de trozos de madera sin montar por la caja registradora, el señor Ikea habrá subido hoy un peldaño más en el ranking de personas más ricas del mundo, sin exagerar. Dejamos todas nuestros enseres domésticos a un grupo de jóvenes trabajadores australianos de Ikea, que nos lo traerán el próximo martes a nuestra nueva casa: 5 Otway Crescent, 5095 Mawson Lakes (South Australia).
Hoy ha vuelto la parte oscura de la primavera. Lluvia, viento y hasta un poco de frío. Pero después de vivir atrapado todo un fin de semana dentro de la nube Ikeana, necesitábamos terminar el fin de semana viendo la playa que queda más cerca de casa. Semaphore: ese es el nombre del pueblo donde está la playa donde seguramente nos iremos a bañar algún día antes de que llegue Navidad.
Un puente que te lleva hasta la orilla del mar, sin tener que pasar antes a tumbarse en la fina arena de Semaphore. Me vienen a la cabeza algunos chistes malos (del mismo nivel de la enfermedad que tuvo de pequeño mi amigo iraquí Omar; lo de la infusión de menta - poleo), pero para evitarme las duras críticas recibidas por aquel entonces, me remito a daros la hora volviendo a mirar los dígitos de nuestro microondas LG del apartamento 224 de Waymouth Street. Son las 21:55 de la noche y creo que mañana vamos a volver a ir al Ikea. En España tenéis la suerte de que no abran los domingos este tipo de tiendas, y es hora de tomaros un aperitivo dominguero: Lo bien que nos vendría ahora una tapita de jamón, unos cuantos percebes de alguna ría gallega, o incluso unas galletas Príncipe, que tanto echo de menos.
Me reí con tus comentarios de dias anteriores, me gustó lo de Sabina y la rana Gallega. Estupendo el paseo hasta el agua.Me gustaría poder haceros una visita y juntos conocer esas tierras. Con el tiempo ya veremos.UN besote mami
ResponderEliminarUn domingo no, pero un lunes festivo sí que abren y hay muchísima gente,¡dímelo a mí! y acabas colapsado de mirar tantas cosas que te hacen falta para tu nuevo piso, pero al final sólo te llevas lo realmente imprescindible por el momento y unas buenas galletitas de chocolate que, por suerte, están en oferta...y están riquísimas. Suena muy bien lo de la playita al lado de casa...Besos a los 2!
ResponderEliminarEso de que no abren los domingos que me lo digan a mí y a Jose , mismamente este domingo abrió y nosotros a su lado cortando pelos como locos a esos locos que deciden un domingo ir al Ikea o a cortar el pelo.! madre mía ! la de cosas que yo hago un domingo sin tener que ir de tiendas ni de pelu. Besitos, lo de la playa pinta bien.
ResponderEliminarVirgi, tú también con las galletitas del IKEA? Sam está completamente enganchado!!
ResponderEliminar(Conste que yo estoy encantada de que abra los findes, que por la semana cierra a las 5 y obviamente no podemos ir).
Nenos, que últimamente estoy muy tonta y morriñosa. Cómo os echo de menos!!! Será la navidad que ablanda... venid pronto!