03/03/11 Buscando el blog de Sam desesperadamente

Ser el creador de un blog te permite tener acceso a la intimidad cibernética de la gente que te visita. Eres el Gran Hermano de Orwell desde una pequeña parte del mundo. Controlas a quienes se acercan a ti. Dejas que te espíen. Cuentas tus aventuras a todo el mundo. Abres la puerta de tu intimidad, pero a cambio, todos los que te visitan te regalan gratis la suya.

Acojonados.

No os preocupéis que esto sólo era parte de mi párrafo literario del día. A partir de aquí, viene lo interesante.

Está claro que yo soy quien escribe todo esto. No hay ningún robot nanotecnológico que está instalado en mi cerebro y me dicta qué es lo que tengo que hacer o qué tengo que escribir. O quizás sí, pero esta idea tendrá que esperar a otro día para ser explotada por esa parte izquierda de mi cerebro que nunca descansa. La derecha sigue embobada con Lorena.

Tener un blog te permite administrar las entradas diarias que vas a publicar. Escribes lo que te dicta tu cabeza, mueves los dedos sobre las teclas del portátil y los dibujitos que veis ahora sobre vuestra pantalla, tienen el sentido que vosotros le queráis dar. Porque la lectura es más libre que la escritura y vuestra imaginación se va a lugares que la mía no visitará jamás.

“Qué Peñazo; vete al meollo de una vez”, me dice el guionista de mi vida. “La gente quiere movimiento, aventuras, no vayas del rollo escritor literario que aburres”.

Está bien. Voy al meollo.

Dentro del blog puedes ver también desde dónde te está siguiendo la gente. Es genial encontrar que alguien de Honduras, Marruecos, Irlanda, Argentina, Alemania, Francia o Gibraltar está siguiendo lo que cuentas. Ves el número de entradas vistas por cada país y puedes hacer una clasificación de los países que más seguidores tienes. Por supuesto, España es la número 1.

Pero lo que más me gusta de tener este control es saber cómo encuentran mi blog. Qué palabra o frase clave ha utilizado la gente para acabar visitando cualquiera de mis páginas.

“Ves, ahora ya empiezas a entrar dónde yo quiero”, me dice el guionista de mi vida.

De eso quería hablar. De vosotros. De qué frases o palabras utilizáis para encontrar mi blog. De cómo son las personas que se esconden en cada frase clave hasta que me encuentra.

Palabras claves:

Y ahora qué hora es Australia

Por supuesto este es un fiel seguidor que sabe dónde quiere ir. Entra en su ordenador. Su página de inicio es  Google.com. Teclea la frase y me encuentra. “Hola amigo”.

Como puedo decir gracias en inglés

Adolescente jugando durante horas a cualquier juego por la Red. Tiene que estudiar porque mañana tiene examen de inglés. Teclea la frase para refrescar la memoria. “Cómo era eso del gracias”, se pregunta mientras sigue pendiente de matar a otro marciano. “Y éste tipo qué le pasa con el inglés, con lo fácil que es”, dirá cuando me encuentra. No le hace caso a mi página, porque acaba de pasar del nivel 19 al 20 en su videojuego. Es un crack de los juegos por ordenador. Pero el inglés le flojea un poco.

Juego muy raro luchadores de sumo wii

Eterno adolescente de más de 30 años que vive con sus padres y le regalo a su hermano pequeño la Wii para poder jugar él. Se sabe todos los juegos del mercado, pero se ha cansado de matar marcianos y quiere moverse del sofá. “Que mejor manera que siendo un luchador de sumo dentro de la wii”, teclea la frase y se encuentra con Seven y los 7 pecados capitales. “Un sumo español en Australia... Tengo que dejar de jugar con éstas maquinitas”, se dirá después de leer mi entrada.

Imelda Marcos habla español

Entrañable los recuerdos de los zapatos de Imelda para la gente que creció en los ochenta. Un tipo de mi edad se acuerda de Imelda porque se ha pasado cuatro horas de compras con su novia para encontrar los zapatos que tendrá que llevar ella el día de la boda de su hermana pequeña. Entonces se pregunta si Imelda habla español. Una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez. “Imelda no sabe hablar español”, me dice uno de mis robots nanotecnológicos que se han instalado dentro de mi cabeza.

Cómo se escribe en inglés hoy voy a pasármelo de lo más bien

El adolescente de antes ha pasado del nivel 20 al 21. Justo después de lograrlo se ha vuelto a acordar que tenía que estudiar inglés. Escribe la frase y se vuelve a topar con mi blog. “Joder, y el tío este de la hora de Australia qué coño hace todo el rato dentro de mi ordenador”. Lo siento chaval, pero aunque tú ya tienes un nivel 21 en tu juego, yo tengo un 5.5 en el EILTS Test de Inglés. Deja de jugar al ordenador y estudia.

El molino Vigo cerrado

Seguidor del Celta de Vigo que está disfrutando de que su equipo (mi segundo equipo) esté en lo más alto de la liga de fútbol de segunda división. No tengo ni idea de qué molino de Vigo se refiere que ha cerrado, pero él está preocupado. Teclea la frase y se encuentra con una fotografía de la viguesa más guapa. “Jodeeeer, cómo está la viguesa, y yo creo que me suena ésta chica…”, se dirá cuando entre en alguna página dónde haya una fotografía de Lorena. A partir de ahora entrará cada día en el blog sólo para ver si hay una foto nueva de mi chica. Venga, hoy te regalo ésta.

Biblioteca gafas oscura gorro portátil

Soy yo cuando estoy escribiendo dentro de la State Library. Alguien me espía desde algún punto de la biblioteca y teclea mis características. “Quien coño es ese tipo de allí”, dirá este espía que me vigila. “Dónde estás, por qué sabes cómo voy por Australia”, me pregunto yo. Tengo miedo. Esta frase me está delatando y creo que me han encontrado.

El 14/02 qué es

Enamorado que ha olvidado hasta su día especial del año. “Estoy tan enamorado de mi chica que no sé qué significaba éste día”, dirá el tipo que teclea esto, encuentra una página mía y se vuelve a quedar con la mente en blanco. “14/02, 14/02, y la verdad es que me suena…ay, qué estará haciendo ahora mi amor…”. A éste mejor lo dejamos que se encuentre en la vida, que pasen los tres meses de enamoramiento brutal que se tiene y que vuelva a la vida real.

Plato típico el canguro

Señora de avanzada edad que acaba de terminar un curso de “cómo utilizar internet para lo que realmente nos gusta” en su centro de la tercera edad. Esta tan metida en el mundo cibernético que quiere explorar el mundo. “Hoy quiero saber cómo se cocina un canguro”, se dice la señora. Con los dedos temblorosos teclea la frase y se topa con mi página de la lucha entre la tortilla y el canguro que preparó Lorena hace ya casi 4 meses. “Por qué me sale una tortilla luchando contra un canguro”, se pregunta la señora preocupada. “Creo que todavía me faltan algunas clases más del internet éste”.

Fotos de mujeres en pelota sin taparse sin nombre

Este es sin duda mi favorito. Acabo de escribir la misma frase en el Google y he estado buscando alguna de mis entradas, pero no he encontrado ninguna. Es evidente que el tipo que tecleo esto y se topó con mi blog tiene que tener, mucho tiempo libre y ser un poco vicioso.

“A ver a ver, esta página de Australia seguro que tiene una tía en pelotas…”, casi mejor que no siga imaginando.

Estoy a media hora de que el reloj marque el número gafe para los supersticiosos. En el reloj del adolescente que quería estudiar inglés y se topaba siempre con mi página, deben ser las 3:30 de la madrugada. Como supongo que sigue jugando con el ordenador y ya ha pasado el nivel 25, le reto a que me busque de ésta manera: “cómo se escribe en inglés sin embargo te quiero”. En la tercera página del Google vuelvo a estar yo.