Según la teoría de los seis grados de separación: el mundo es un pañuelo. Seguro que mucho de vosotros conocéis esta teoría que dice que todos estamos conectados con cualquier persona del mundo en un máximo de seis pasos. La explicación sociológica es sencilla: tú conoces aproximadamente a unas 100 personas, si cada una de esas personas conoce a otras 100 personas diferentes, el siguiente paso es que tú conoces gracias a cualquiera de tus conocidos a un total de 10000 personas. Dependiendo de cómo te levantes, esta teoría te puede parecer estúpida, aburrida, excitante o te puede servir para escribir un post en tu blog. Hoy me desperté, y a qué no sabéis qué me pareció la teoría.
Pues eso. Sigo.
La primera vez que escuché hablar de esta teoría yo trabajaba en unos laboratorios de análisis que se llaman Dr. Echevarne. Mí cometido como técnico de laboratorio era investigar en favor de la humanidad probando nuevos medicamentos a animales de laboratorios: lo que viene siendo hacerle putadas a conejos, cobayos, ratas o ratones. Estaba yo con mis animales probando alguna medicina nueva, cuando un compañero me comentó la teoría de los seis grados. Y luego se fue a otro tema, claro.
“Sabes que el jefe (Dr. Echevarne) va a la boda de la infanta con el Urdangarin”, me dijo el colega.
“Coño, entonces conocemos al Rey en sólo dos pasos”, le dije yo.
“Lo qué”.
“Si, según la teoría que me explicaste antes; si el Dr. Echevarne conoce al Rey, nosotros conocemos al Rey de España en sólo dos pasos”, le dije yo.
Sam conoce a Dr. Echevarne. Dr. Echevarne conoce a Rey. Sam conoce a Rey en dos pasos.
Resulta que el Rey era muy amigo de mi jefe y venía muy a menudo a Barcelona a hacerse análisis de sangre en nuestros laboratorios, aparte de hacerse exámenes prostáticos con el Doctor Puigvert, y examenes oculares con el Doctor Barraquer. Que son los mejores médicos en sus disciplinas. Por eso, y porque como todo el mundo sabía, el Rey tenía más de una amante en la capital catalana.
Todos los trabajadores del laboratorio teníamos acceso a los resultados de la gente que venía a hacerse análisis. Sólo tenías que poner el nombre y apellidos de la persona, apretar Intro y esperar. Evidentemente era una cosa que yo nunca hacía. Buscar a personas famosas que pudiesen venirse a hacer análisis al laboratorio. Nunca, jamás, de ninguna manera busqué el nombre de Juan Carlos Rey de España o Juan Carlos Borbón de las Españas, o para ser más exactos, su nombre completo según Wikipedia es: Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, para saber qué enfermedades podía tener. Ni busqué los análisis de los jugadores del Barça en pretemporada o los muchos controles de cocaína y otras drogas que se hacían muchos jugadores de tenis que vivían en Barcelona. Los que me conocéis bien, sabéis que eso yo, nunca lo haría.
Pero yo quería hablar de la teoría de los Seis Grados. El Rey estaba a dos pasos de mí gracias a mi antiguo jefe. Con esa proximidad me encontraba tan cerca del poder que me daba vértigo pensarlo. “Estoy a tres pasos de Gadafi, de Berlusconi, del Rey de Marruecos o de Franco si estuviera vivo. Mierda, paso del Rey”.
Pero también podía pensar al revés. El Rey nunca estuvo tan cerca de conocer a un aborigen australiano como ahora. Gracias a mí. Si me diese por pasear por las calles de Adelaide y acercarme a un aborigen le podía decir.
“Hola, tío”, dándole la mano educadamente a uno de ellos, “sabes que gracias a mi, desde ahora conoces al Rey de España en sólo tres pasos”. Y claro, el aborigen, con la borrachera y los ojos en blanco pensando: “Qué coño me estás contando; dame 5 dólares para comprarme un cartón de vino o es que el Rey ese me va a dar algo”.
Aunque igual a él le interesaría saber, que gracias a mí conoce a su Reina, la de Inglaterra, en cuatro pasos.
“Tío, igual ella te puede subir el dinero que os dan por ser aborígenes y tienes más para comprar más alcohol”.
Dejo al aborigen tranquilo y me acuerdo del actor norteamericano Kevin Bacon. Resulta que dentro de ésta teoría de los seis grados, a Kevin Bacon una vez se le ocurrió decir que él conocía a todo Hollywood, con lo cual, alguien con mucho tiempo y ganas de divertirse a costa de Kevin, montó los Seis Grados de separación con Kevin Bacon. Así podrías elegís cualquier actor, de Hollywood, español, vivo, muerto, y seguro que había una conexión con él de menos de seis pasos. Caramelo en la puerta de mi colegio. Allá que voy.
Pienso en un actor español. Viejo. O mejor aún: Muerto. Paco Martínez Soria.
Prueba del oráculo de Kevin Bacon.
Paco Martínez Soria estaba en “El alegre divorciado”. En ésta película trabajaba un tal Fernando Luján. Éste actorazo desconocido trabajó en “Cinco días sin Nora (2008). En la misma película estaba Cecilia Suárez, otra pedazo de actriz que sólo conocen en su casa. Ella trabajó en “The Air I breathe” (2007) con el irrepetible Kevin Bacon. Conclusión: Paco Martínez Soria estaba conectado con Kevin Bacon en sólo tres pasos.
Así que ya sabéis. Todos los que me conocéis estáis conectados con el Rey de España en sólo tres pasos. No es realmente excitante. Amazing. Awesome. Unbelievable…
No sé a vosotros, pero en cuanto lo ha sabido Ozito, se ha puesto muy contento. El cortacésped me ha salido un poco monárquico.
Es hora de comer. 13:00 en un caluroso día de verano. A las 3:30 de la madrugada el Rey de España debe estar pensando cuándo le toca volver a hacerse un examen prostático, que a su edad eso hay que mirárselo muy a menudo.
como diria otro gran filosofo sobre los 6 pasos....http://muchachadanui.rtve.es/enjuto-mojamuto-refrescar.html
ResponderEliminarpor cierto bro tienes un aire al rey,al menos en esa foto
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