Fin de la Primera Parte de las aventuras de Lorena y Sam en Australia. Si quieres saber cómo nos va:

Y ahora, ¿Cómo es el invierno en Australia?

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domingo, 27 de marzo de 2011

20/03/11 Simbiosis natural desarbolada

Las cosas realmente importantes en la casa suceden cada dos semanas: cuando me afeito o me paso la maquina por la cabeza,  y cuando le paso al jardín a Ozito por encima. Que el crecimiento de mi barba sea a la misma velocidad que el césped del jardín, me demuestra la simbiosis que hay entre la casa y yo. El jardín tiene las mismas calvas que mi cabeza, le sale más hierba por los lados y ha llegado a un punto de conjunción casi astrológica en dónde sólo con mirar al cielo ya sé lo que tengo que hacer. Las estrellas se unen en Orión y todo empieza a tener significado.
Aries: Tu vida se reduce a un montón de pelos y hierbajos que vas a recoger cada 15 días. Dedícate a cuidar bien de tus plantas o el jardín de casa va a costarte mucho reconocerlo. El estado de ánimo de tu cortacésped necesita tu ayuda. En lo económico vigila las monedas de 2 dólares australianos, incomprensiblemente, son más pequeñas con las de 1 dólar. Estado de salud: bueno. Amor: Siempre positivo. Día favorable: viernes de 2:15 a 2:18 am. Día Malo: Cuando te toca sacar la basura orgánica y te das cuenta que el camión no pasa hasta la semana siguiente. Número de la suerte: Esta semana el 5 te traerá sorpresas.


Tengo que hacerle caso al horóscopo del diario y fijarme más en el jardín. Lo del pelo ya empieza a no tener solución. Además hay cosas que me reconfortan. La calvicie ajena en tipos más jóvenes que yo, me anima. Y si además es un tipo famoso, más aún.
Mi pelo está mejor que el del príncipe Williams de Inglaterra. Estos días está por Australia visitando a las víctimas de las riadas que asoló hace unos meses el estado de Queensland.
Un superviviente de las pasadas riadas se acercó a él para pedirle ayuda.
“Señor príncipe, una ayuda, por favor”, le suplicó el pobre hombre.
“Mira, tío, yo estoy perdiendo mi pelo y no me quejo”, le soltó mientras sonreía sarcásticamente a la cámara de televisión.
“Pero yo he perdido mi casa, mi ropa, mis muebles, mis recuerdos…”, le reprochaba el señor.
“Y yo me voy a casar dentro de un mes. Me van a ver millones de personas por televisión con este pelete cartoniano, y tú me hablas de tu maldita casa. Mira mi calva tío, esto es muy duro. Y no hay cura a mi calvicie”, el príncipe Williams de 28 años, está deprimido por su calva y no hay nadie que le vaya a solucionar su problema para el día de su boda.

La dermatóloga que visité siendo adolescente, cuando empecé a perder pelo, me dijo algo que se me quedó grabado en la cabeza para siempre.
“Tú has visto al Rey de España que se está quedando calvo como una pelota, con todo el dinero que tiene. Pues imagínate cómo te vas a quedar en unos años”. La dermatóloga de la Seguridad Social me dejó ese día trazando círculos en el aire.

Inciso del Rey: “Chavalote, ¿Qué hay de mi propuesta de ser el que me escriba los discursos en Nochebuena?”.
Respuesta del guionista de mi vida: “Majestad: Nuestro caché está subiendo cómo la espuma. Díganos qué está dispuesto a pagarnos y le contestamos en unos días. Atentamente…El guionista”.


Dejo a la realeza con sus problemas capilares y me centro en lo que realmente me preocupa: la salud de mi jardín.
Me acerco a Ozito y le pregunto qué tal van las cosas. Ozito vuelve a patinar con las eses y es cuando me doy cuenta de que algo malo está pasando.
“Ezto va de mal en peor”, dice Ozito. Intento no darle importante al regreso de su ceceo, pero noto que todo vuelve a estar mal.
Ozito me hace ver que las cosas en el jardín no andan bien. La madre de la Familia Abeto esta desatada, ha perdido los estribos (raíces) de su cabeza y se tira al árbol del vecino. El pequeño  no va a servir ni para hacer dos palillos para quitarse los trozos de carne de las muelas; la niña sigue pervirtiendo a los animales del jardín y está haciendo que vengan más insectos a nuestro jardín para hacerle de todo. “Y el mediano, el que leía a Kierkegaard”, le pregunto a Ozito
“A eze no lo entiendo”. Ozito me cuenta que ahora le ha dado por los Haikus japoneses. Me dice que se quiere presentar a uno de esos concursos de Haikus japoneses. Me recita uno que ha escrito:

Haiku del abeto intelectual
Si no fuera luz
demasiado vago
reiría el sol.

Me muerdo el labio inferior y niego con la cabeza. Esto va de mal en peor. Aunque Ozito me cuenta que lo  peor está dentro de casa. Las plantas de interior quieren salir a la calle. Por mucha agua que les eche, no la succionan con la suficiente convicción y se están quedando en nada, derrotadas.
“Laz tienez que zacar fuera”, el pobre Ozito parece que ha perdido la fe en mí; de la misma manera que ha perdido su manera de hablar cuando el logopeda australiano lo  recuperó.


Saco las plantas al sol y espero que la luz haga el milagro. Una se queda más pocha, la otra parece recuperar un poco el brío, pero se le queman tres de sus mejores hojas. A la planta pequeña me dedico a quitarle hojas en mal estado y me quedo con dos ramitas diminutas que no van a llegar muy lejos en la vida.
“Zi zeguimoz azí loz perdemoz; mierda de eze, coño”, Ozito está estresado.
“No te preocupes, que entre los dos salvaremos el jardín y a todas las plantas de casa”, le digo como si fuera el padre Mundina de las plantas.
“Zobre todo no dejez de hablarlez”.
Me toca ser el psicólogo de las plantas de casa, contarles cuentos al oído antes de que se vayan a dormir, echarles aspirinas, anfetaminas o prozac en la tierra y cruzar los dedos para que crezcan fuertes. Eso o meterlas en el cubo de la basura, esperar que pase el camión de recogida de desechos orgánicos dentro de dos semanas y mandarlas a la mierda... “Mierda, esto lo lee Lorena, así que ya me he descubierto”. Nada, que… las voy a cuidar como si fueran mi vida…je je je”
“Hola amore, un besito. Por si te interesa, son las 22:45 de la noche en casa y voy a regar la planta del pasillo. Para que no se diga que no las cuido, le voy a leer un cuento de Bukowski, otro de Carver y el primer párrafo de “El Club de la Lucha” de Chuck Palahniuk. Un poco de Realismo Sucio norteamericano igual les va bien. ¿Qué te parece?

Por cierto, que en España deben ser ya las 13:15 de la tarde. Buena hora para regar las plantas y cantarles una canción de Sabina al oído.

3 comentarios:

  1. Hola SAM cuantos jardines de mundo quisieran estar tan bien cuidados como el buestro claro que tienes ventajas porque entre tu y OZITO formais un grandiximo equipo y eso se nota en el resultado peor arreglo tiene la cabeza del principito de INGLATERRA pero eso es otra historia
    cuando leas esto tendras un año mas MUCHAS MUCHAS FELICIDADES UN BESO MUY GRANDE

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  2. SAM!!!Me dijo Cristian por el mail que ayer era la entrega de premios del II Premio Revista de Letras. Desde Nicaragua te deseé toda la suerte del mundo. Espero que haya resultado bien.
    Y ahora que regreso me pondré las pilas para leer todo lo atrasado!! Un beso muy grande, a tí y a Lorena.

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  3. FELICIDADES BRO,MUY GRANDE!!!!SOLO CON EL HECHO DE ESTAR NOMINADO YA ERES EL MEJOR.UN ABRAZO BRO

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