Existen tantas formas de cocinar los huevos, que hablar de cada una de ellas sería un trabajo tan arduo y complicado como fregar platos en un restaurante italiano un sábado por la noche. Así que me limitaré a hablar de los huevos pasados por agua. Pero no cuando los metes en agua hirviendo y le echas un poco de sal para que sean más fáciles de pelar. Me refiero a cuando vas un domingo por la mañana a un mercado de frutas y verduras, te acabas de comprar más de dos docenas de huevos y se desata una tormenta de primavera australiana que es imposible saber cuándo va a parar. Hoy el agua tenía que haber sido nuestra principal compañera del día, pero no de la forma en que lo ha sido. Estaba apuntado a una travesía en aguas abiertas para nadar 1500 metros en la bahía de Noarlunga, que está situado a unos 30 kilómetros de Adelaide, pero la mañana se ha levantado con un temporal impresionante y se ha cancelado la travesía.
Teníamos puesto el despertador a las 7:30 de la mañana, pero con inteligencia limitada. El móvil donde a veces ponemos la alarma todavía tiene la hora española. Así que tenemos que restar 9 horas y media a la hora que pone en el reloj para saber a qué hora se supone que son las 7:30 am aquí. Si, sé que es complicado, pero nos hemos acostumbrado a la música del despertador de España y no queremos despertarnos con otra.
Como os podéis suponer anoche pusimos la alarma del despertador a las 7:30 am pero de España, así que cuando aquí eran las 8 de la mañana, la música del despertador todavía no había sonado. Por suerte, uno de los organizadores de la travesía me llamó a las 8 en punto de la mañana para avisarme que se había cancelado. La primera forma de mantener los huevos pasados por agua se esfumaba instantáneamente. (Chiste Malo).
La opción que nos quedaba después de la llamada del organizador de la travesía era llevar cosas a la casa de Mawson Lakes y trasladarnos definitivamente allí. Antes de eso, decidimos pasarnos por el mercado.
Tienes que pagar 1.5dólares para poder entrar dentro de un descampado embarrado por la lluvia, repleto de furgonetas que tienen el capó abierto y venden todo tipo de verduras, frutas y huevos que te puedas imaginar. El tiempo lleva loco desde que llegamos aquí. En un minuto puede hacer sol y asarte de calor, y al otro minuto, empezar a llover con violencia, y no quedarte más remedio que resguardarte de la lluvia debajo de los toldos de cada puesto.
Antes de que la lluvia deje toda la fruta, verdura y los 30 huevos que hemos comprado a 5 dólares empapados y se eche todo a perder, decidimos ir a casa para empezar a desempaquetar las cajas que llevamos en el coche y quedarnos a dormir por primera vez esta noche.
anda que como te se caigan los huevos veras....jajajajajajaja
ResponderEliminarpor cierto desde cuando se paga entrada para entrar en un mercado???estos aborigenes
ResponderEliminarJejeje... ya ves!! Mejor no pensar que aki tubiesemos que pagar para bajar al mercado.. se harían ricos!! Pork mira k baja gente!!!jejeje.. besitossss
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