29/11/10 “Cool Hunter” en Adelaide

Mi nuevo Curriculum Vitae dice que durante un tiempo estuve trabajando como dependiente del Zara. Puesto a elegir, me quedo con el que hay en Paseo de Gracia esquina con la Gran Vía en Barcelona. Así que sé doblar perfectamente camisas, camisetas y pantalones sin necesitar la ayuda de nadie. Mí puesto de dependiente en la sección de caballeros no me permitía avanzar en la empresa como yo quería, así que decidí dirigir mis pasos hacia otro punto de vista dentro del mundo de la moda. Quería viajar por todo el mundo y decidí hacerme “Cool Hunter”, algo así como cazador de tendencias en cuestiones de moda. Dejé de lado instalarme en  Nueva York, Tokio o Milán, para certificar que los australianos, en cuestión de moda, están muy lejos de ser un país “Cool” y se dedican a ser horteras en todas sus formas imaginadas, a cualquier edad y en cualquier circunstancia.

Adolescentes de instituto: Obligados por las duras exigencias de indumentaria en cada uno de los institutos del país; los adolescentes de instituto llevan el mismo vestido-chándal-llámalo X, durante todos los años que dura su educación primaria y parte de la secundaria. Eso les debe marcar para que cuando tienen edad de salir por las noches se desinhiban demasiado y pase lo que pasa.

Chicas de viernes por la noche: Faldas excesivamente cortas, tacones excesivamente altos, peinados excesivamente despeinados con cantidades exageradas de laca, mal pintadas y sin nada que dejar a la imaginación del chico de turno que las intenta conquistar. Ellos intentan mantener el tipo con polos de criquet, camisetas de equipos de fútbol australiano y vaqueros con calcetines blancos bien visibles, que en España bajarían mucho la lívido.

Oficinistas de lunes por la mañana: Traje de rayas, corbata de colores y camisas variadas, para ellos. Para ellas: Faldas en forma de tubo o pantalones de pinzas, bastante adecuado, si no fuera porque lo que  les mata tanto a unos como a las otras, son los zapatos. Llevan zapatillas de correr que quedan como una patada en el estómago y que solo estarían bien si van acompañadas de pantalones cortos y camiseta técnica para hacer ejercicio.

Creo que mi trabajo de”Cool Hunter” en Adelaide tiene los días contados. El futuro de la moda de éste país pasa porque el señor Ortega (Zara), se atreva a inaugurar alguna de sus tiendas por aquí. Mientras tanto estos australianos seguirán vistiendo con un gusto no demasiado acertado.

En Catalunya ya tenéis nuevo gobierno y por aquí la noticia que lleva días llenando las páginas del periódico que a veces compro, “The Advertiser”, no deja de hablar de la futura ley que quiere aceptar el gobierno australiano para permitir que los homosexuales puedan casarse en un futuro. Hay muchísima gente que se niega abiertamente a que esto suceda. Hay demasiado anglosajón conservador por estas tierras. En muchas cosas, estos australianos, todavía van un poco retrasados con respecto a nosotros; por suerte (para nosotros ahora), en otras nos sacan tres cabezas de distancia.

Para los catalanes que estén contentos de que vuelva CiU al poder: son las 5:10 de la mañana en Tárrega y todo seguirá igual. En la playa de Semaphore, el viento debe levantar olas ideales para los surfistas australianos, que a estas horas de la tarde, 14:40 pm, deben estar a punto de mantenerse de pie en su tabla de surf vestidos como verdaderos surfistas profesionales.