El Ferrari que está aparcado dentro del garaje de casa lleva dos meses parado. Muchos días lo miro y le digo al oído que lo voy a poner a 100 en menos de 3 segundos. El Ferrari sigue impasible en el mismo lugar, quieto sin decirme nada. Hoy las cosas con las que hablo no me responden. El portátil se ha quedado colgado en una página de deportes de alto riesgo y si le digo que se vaya a una página de cómo preparar una cena de Nochevieja especial para dos, lo único que hace es enseñarme su reloj de arena en posición medio llena y de ahí no sale.
Lorena duerme y aunque tengo cuidado de no despertarla, me siento obligado a decirle que me voy a dar una vuelta con en el Ferrari por el vecindario. Tampoco ella me dice nada.
Saco del armario los pantalones adecuados, la camiseta del color perfecto, el calzado con la suela preparada para conducirlo, las gafas de sol de moda y el resto del equipo para pasear a mi Ferrari rojo, blanco y negro. Sus dos ruedas recién hinchadas, sus frenos de disco ajustados, su cadena perfectamente engrasada. Salgo a la calle mirando hacia todos los lados por si hay alguien que quiera verme. Eso es lo que se supone que tiene que hacer alguien que lleva un Ferrari. Nadie me mira. Nadie sale al jardín de su casa para envidiarme. No importa. Soy capaz de llegar a los 50 kilómetros por hora en 6 segundos si la cuesta es muy empinada y sin tocar ni una sola vez los frenos recién ajustados.
Mi Ferrari se ha portado genial y solo mis piernas tienen ganas de decirme algo que prefiero no escuchar. He tardado dos meses en sacarlo a la calle y pasearme por el vecindario para que nadie lo haya visto. Ahora ya no tengo miedo de sacarlo a la calle para que todos lo vean.
Vuelvo al portátil para ver si el reloj de arena ya se ha vaciado. Quiero preparar la cena de Nochevieja especial para dos intentando acercarme a la que hizo Lorena la pasada Nochebuena. El portátil me dice que si quiero conseguir ese reto, debería repasar las fotografías de esa noche. Lorena preparó un delicioso lacón con especias y brandy que será difícil de mejorar. Será mejor que me concentre en otra cosa, ya que la cocina es territorio suyo.
Me apasionan los retos difíciles. Ninguna parte de la casa contesta a las preguntas que lanzo en voz alta, los vecinos no salen a admirar mi Ferrari, y Lorena sigue durmiendo. Así que solo me quedan los cuatro cuervos que se acaban de posar en el césped demasiado crecido del jardín de casa. Son mi última esperanza. Lo intento con ellos.
“Y vosotros me vais a escuchar….”, les suelto mirando fijamente al pico de uno de ellos.
Evidentemente levantan el vuelo y se van sin decirme nada.
Me siento en el sofá delante de la televisión apagada y espero que se levante Lorena mientras voy pensando en qué voy a escribir hoy en el blog: “Intenta mezclar la velocidad con el tocino si puedes”, me reto a mi mismo mientras repaso las fotos de la pasada Nochebuena. “Y luego lo intentas con la cena de Nochevieja y consigues que Lorena ponga esta cara con tu cena”.
Lo de la cena será complicado de conseguir. Lo de la velocidad y el tocino, con solo ponerlo cómo título de la entrada no creo que sea suficiente. El tiempo pasa a gran velocidad y creo que en la cena de Nochevieja cocinaré tocinillos de cielo. “Ale, ya está, a dormir”, miro el reloj y ya es demasiado tarde. Lorena se ha quedado dormida en el sofá a las 0:42 del martes mientras yo terminaba el escrito de hoy. Son las 15:12 del lunes en España y las cosas de casa siguen sin hablarme.
que guapo es tu ferrari bro!!!
ResponderEliminarpor cierto de donde viene esa frase de la velocidad y el tocino??
ResponderEliminaryo tengo tres ferraris aparcados en mi garaje, yo no los he montado nunca, demasiados caballos, los monta mi marido, son mis rivales, después de 10 años ya me he resignado.... ( aunque cualquier día los vendo) TOP SECRET
ResponderEliminarFELIZ AÑO!!!!!
ResponderEliminarEres la monda. Tu Ferrari y tus comentarios me resultan muy graciosos. Ya me gustaría teneros cerca. mami.
ResponderEliminaryo si que miraría una y otra vez si viera pasar ese pedazo ferrari!!!! La gente no tiene ni idea...jajaja!!!
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