Un elevado porcentaje de funcionarias que trabajan cara al público, en cualquier país del mundo, están: muy mal folladas, sufren de estreñimiento y seguramente su marido (si es que han llegado a engañar a alguno) le pone los cuernos con su mejor amiga, acostándose en su cama matrimonial de 9 de la mañana a 3 de la tarde, que es el horario que suelen tener estas tipas.
Hoy he tenido una mala experiencia con una de estas funcionarias, por si no lo habíais notado. Resulta que para obtener la PR (Residencia Permanente) en Australia, necesito aprobar un examen de inglés que se llama IELTS. Tengo que sacar un mínimo de 4.5 sobre 9 (lo que viene siendo un 5 pelado) en un examen que consta de 4 partes. Para eso tengo que apuntarme en el centro específico que lo hace. Y allí trabaja mi amiga funcionaria de hoy.
Llego a las 11:15 de la mañana al mostrador del Centre For English Language con mi pasaporte, el formulario bien rellenado para hacer el test y dos fotografías de carnet que me hice el viernes en un fotomatón. Fue una pequeña odisea buscar un sitio dónde hiciesen fotografías de carnet. Pensé que en la Estación Central de trenes habría un fotomatón para hacerme las fotografías, y allí que fui. Pero resulto que estaba estropeado. Caminé por toda la ciudad en busca de un maldito fotomatón y al final lo encontré en el subterráneo del centro comercial Myer. 4 fotos con cara de: “Acabo de ver a la Duquesa de Alba en pelotas” me cuestan 8 dólares. Pero respiré hondo porque ya tenía todo lo que necesitaba para mi aplicación al IELTS Test.
La funcionaria mal follada mira mis dos fotografías y me dice que no tienen la calidad suficiente para ir pegadas al formulario.
“¿Cómo?”, le pregunto con acento australiano.
“Estas fotografías no son buenas. Tienes que hacerte unas fotos nuevas”, me suelta en ese maldito inglés que no entiendo del todo.
“Pero esta es mi cara”, le digo mientras pienso “This is my fucking face,bitch”.
“Sorry, pero tienes que ir a ésta tienda de Rundle Street y hacerte unas nuevas fotografías”, me dice la susodicha a la vez que me entrega una tarjeta con la dirección de la tienda de fotografías.
Me la quedo mirando fijamente más de diez segundos, mientras ella llama al siguiente estudiante que hay en la fila. En ese tiempo mi guionista me pasa el borrador de lo que tendría que hacer.
“Vas a un supermercado y compras una caja de barritas Allbran con sabor a nueces amargas. Tienes la suerte de que justo al lado del supermercado hay un Sex Shop que tiene la réplica de la polla de Nacho Vidal. Por supuesto, la compras. También te haces las fotografías y regresas al mostrador con las tres cosas. Le dices que las barritas son excelentes para su problema intestinal. Le enseñas tus nuevas fotografías hechas en la tienda que te ha dicho y finalmente le colocas en el mostrador la estatua de la libertad española y le dices: “Esta es la medida estándar en mi país y el del molde nació en la misma ciudad que yo”. Sin ningún comentario más. Pagas el IELTS Test y te vas sin mirarle a los ojos ni un segundo. Fin de la escena.”
A veces al guionista de mi vida se le va un poco la cabeza, pero de buenas ganas hubiese hecho lo que me escribió. Vuelvo a respirar hondo y me voy a hacer las nuevas fotografías. 10 dólares por poner cara de “Donde está Wally si yo soy más de Tintín”, y me entregan las 6 fotografías para la funcionaria.
Regreso al centro con las fotografías bien hechas, pero sin las barritas de Allbran ni la polla de Nacho Vidal. Le entrego todo a la funcionaria con la sonrisa más falsa que he ofrecido nunca a nadie y ella me contesta con la misma sonrisa falsa que utiliza para todo el mundo.
¿Dónde está la diferencia? Sigo siendo yo: cerca y lejos, como decía Coco.
En el momento de pasar la tarjeta de crédito española para pagar el examen, la funcionaria me dice que me tiene que cobrar un recargo del 1.5% porque la Visa de otro país es tururú tururú tururú y bla bla bla, porrom porrompompero… mi cabeza desconecta del rollo que me está soltando y le digo que “sí nena, que cobres lo que te salga de la brenca”. Mi guionista me da un codazo y me dice:”Ves, tenias que haberle traído las barritas y la polla de Nacho, se lo merece”. Igual no se merece la segunda parte del regalo que me dice mi guionista, demasiado para ella, pero una barrita de nueces amargas le iría genial para cambiarle la cara.
Ella
Ya estoy apuntado al examen del próximo sábado 12 de febrero para obtener la PR Australiana. Son las 14:23 de la tarde dentro del invierno gélido que produce el aire acondicionado de la biblioteca de Grote Street. 04:53 am en España y los hombres tenemos la medida exacta para que toda funcionaria australiana necesitada se lleve algo bueno al cuerpo (iba a poner a la boca pero me pareció demasiado grosero).Espero que el día del examen las cosas me vayan mejor, ya os contaré.
Hoy me he reído a gusto con la funcionaria. Espero que,por lo que me toca, la opinión sobre los funcionarios sea mejor. CARLOS
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