Hay una extraña relación entre la locura y el nombre Penélope, que mi nueva profesora de inglés no ha hecho más que reafirmar.
Ulises emprendió un viaje de 20 años para luchar en la guerra de Troya. Dejó a su mujer Penélope tejiendo una mortaja para su suegro Laertes, que ella misma deshacía para no tener que elegir un nuevo marido y no volverse loca haber perdido al hombre de sus sueños.
Penélope, la del bolso marrón y los zapatos de tacón que cantaba Serrat, nunca consiguió que su amado de juventud volviese a buscarla a la estación. Se volvió loca y cuando el pretendiente, convertido en un señor mayor regresó a buscarla, ella ya no lo reconoció y le dijo: “Tú no eres quien yo espero”, y se quedo sentada en la estación con su bolso marrón y sus zapatos de tacón esperando a su amor.
Penélope Cruz, simplemente me volvía loco cuando yo era un adolescente.
Mi nueva profesora de inglés se llama Penélope, y está completamente loca. Como una regadera.
He vuelto a clases de inglés gratuitas después del parón navideño. Nueva escuela, nuevos compañeros y nuevos profesores. La segunda profesora del día es Penélope, Penny para los amigos.
Penny abre los ojos como si fuese a fulminarte con la mirada y no los cierra en ningún momento. No deja de pasearse por la clase, con movimientos extraños. Por un momento estoy convencido que va a ponerse a hacer el pino. Llevará un tanga de leopardo y no nos vamos a poder reír de ella porque nos mataría con su mirada. No lo hace pero en mi cabeza ese momento ya ha pasado. Esta loca de un modo chungo. De “madre mía que miedito de persona, quiero irme a casa”.
Nos va a hablar de sentimientos: “Feelings”. Dibuja una cara inexpresiva, dos flechas que señalan hacia arriba y una especie de palo de Criquet al lado. “¿Qué sentimiento refleja el dibujo?”, nos pregunta con los ojos bien abiertos.
Nadie contesta. Se toca la oreja. Nos señala con el dedo y se planta delante de cada uno de nosotros desafiándonos a acertar el sentimiento que hay dibujado en la pizarra.
“Como le conteste algo que no quiere que diga, me abofetea, fijo”, pienso.
Estoy por salir al medio de la clase y hacer el truco del mimo y el espejo. Incluso me atrevería a hacerlo más difícil y representar que estoy metido en una caja de cartón, pero cuando decido levantarme para romper el hielo en el que se ha convertido la clase, ella nos grita el nombre del sentimiento:
“¡Excited!” grita Penny y se planta en medio de la clase durante medio minuto sin moverse. El dibujo de la pizarra muestra a un tipo que está excitado. Nadie mueve un milímetro de su cuerpo. Las chicas asiáticas de la mesa de al lado creo que están a punto de llorar. Yo no puedo aguantar la risa y disimulo tosiendo como si tuviese la Gripe A.
La clase sigue normal si esto fuera un video para colgar en el “Youtube” con el nombre: “Los alumnos de inglés en Australia aguantan cualquier cosa antes de pagarse un curso decente”. Como no es un video para el Youtube, Penny sigue con sus gestos locos. Creo que ahora toca adivinar la película que ella está pensando.
La película:
Un círculo rápido sobre su cabeza. “Dos palabras”, marca con sus dedos. 1. La primera palabra. Sigue haciendo girar la mano sobre su cabeza. No deja de girar sus dedos sobre su cabeza. Resopla. Los alumnos tragamos saliva. Abre los ojos hasta un nivel inhumano. Me ha mirado durante seis segundos. “No sé qué quiere de mi”, tengo miedo… La segunda palabra: señala con su dedo índice al suelo. Repetidamente, con agresividad. Nadie sabe qué demonios está haciendo Penny.
“Apocalypse Now”, pienso para mí. Ese debe ser el nombre de la película que Penny no sabe que ha estado representando en esta parte de la clase.
Termina esa parte de la clase y Penny sigue abriendo los ojos. De un momento a otro sus párpados van a envolver su cabeza hacia arriba y van a darle la vuelta a todo su cuerpo. Nos pasa unas fotocopias con ejercicios para que rellenemos los huecos con sentimientos que representan las fotografías que hay en el papel. “Tenéis dos minutos”, nos dice. Quince segundos después dice: “¡Stop!”, se acabo el tiempo. Ni siquiera Einstein hubiese explicado mejor la relatividad del tiempo como ahora.
No dejo de mirar el reloj. A esta clase surrealista ya le queda poco para terminar. Penny rellena la pizarra con todos los sentimientos que hemos aprendido hoy. Yo me quedo con uno: “Scared” (Miedo, asustado…)
Eran las 17:25 en Angas Street de Adelaide, y en la clase no se movía un alma. Si a las 7:55 am en España os cruzáis con alguna chica que se llame Penélope, vigilar mucho qué os puede enseñar, no vaya a ser que esté totalmente loca.
pobre Sam, ¿ que le hicisteis a la profe ? La pusisteis nerviosa.
ResponderEliminarjajajajajajajajajajajajaj esta loca....me encanta la definicion de palote que hace buenisimo!!!!!!
ResponderEliminares super divertido muy bueno bro!!!!!!!!!!!!
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