Viernes noche: Salimos a cenar con Doris y Martin, unos amigos suizos en un restaurante italiano,;una pasta deliciosa con pollo y aguacate, bebiendo una fresquita cerveza Coopers australiana, y de postre: el estreno de la última película de Harry Potter. Intento que el resultado de ver la película no sea la misma que el resto de películas que he intentado ver del mago. Las navidades pasadas intente terminar alguna de las películas de Harry Potter. Lorena me puso en casa de sus padres tres o cuatro de sus películas ,y el resultado siempre era el mismo: Diez minutos de película y a dormir.
Entrar por primera vez en un cine de Adelaide debería ser excusa para que la excitación del momento me impidiese dormir. Diez minutos después de empezar la película, mis ojos empiezan irremediablemente a cerrarse. Cuento tres cabezadas, cinco bostezos a boca completa y me voy repitiendo continuamente: “No te duermas, que tienes al colega suizo a tu lado disfrutando la película como un niño”. Me pierdo más de la mitad de la película sin entender muy bien de qué va. A la salida del cine le pregunto a Lorena si por fin Harry consiguió besar a la chica y escapar de los malos. Suspira con resignación y me acaricia dulcemente la cabeza. Está claro que no me he enterado de qué demonios iba la película.
Salimos a comernos la noche australiana después de mi siesta de 17.50 dólares y entramos en un pub irlandés que se llama “El Elephant”. Estoy fresco como una rosa y Martin se duerme a la mitad de la primera cerveza. “Estos suizos no aguantan nada”, pienso mientras saboreo mi segunda Coopers. Hay una gama amplia de cervezas australianas, pero yo me quedo con mi Coopers. Es rubia, suave, ligera y te deja muy buen sabor de boca. Puedes subir de nivel de sabor si cambias el color de la etiqueta. La verde es la más suave y la amarilla es la más fuerte, la cerveza negra.
Como Martin se duerme sin terminarse su cerveza, la noche australiana termina antes de las dos de la mañana. Me dedico a fotografiar a Lorena tomando cerveza, a un cuadro que clasifica a las cervezas según el color y el sabor, o las monedas que hay clavadas en la acera de Rundle Street.
Es hora de dormir y mi espíritu joven y descansado me pide marcha. Mis ojos son incapaces de cerrarse y escribo mientras Lorena ya duerme. Son las 3:00am de una noche que pudo ser de fiesta total y todo el mundo duerme. Allí, son las 17:30pm y todos los bares están abiertos. Gracias Harry por otra noche de cine especial.
Sam eres la monda, Carlos tambien se duerme, pero el en el teatro en las primeras filas actuando Nuría Espert.(un monologo sobre La Calas).mami
ResponderEliminarSerá verdad eso de que todas nos buscamos a alguien que se parezca a nuestro padre??
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