Es increíble lo productivos que son los trayectos en autobús por los suburbios de ésta ciudad. Y el magnífico GPS que tiene el iPhone para llegar al lugar que deseas.
Después de visitar la tercera casa desde que estamos aquí; una bonita, aunque no suficientemente especial casa, como para quedarnos con ella y que está situada en el suburbio de College Park, que tiene este bonito aspecto por fuera…
Pero que por dentro sigue teniendo cocina eléctrica pequeña y toda la casa está enmoquetada, algo que después de la experiencia que estamos teniendo con nuestros amigos Bedbugs, intentaremos evitar (aunque parece difícil, porque creo que la mayoría de las casas aquí están enmoquetadas).
Regreso a la parada de autobús para volver a Adelaide. Un tipo con pinta de estar retirado hace años del mercado laboral, se pone a mi lado y me pregunta:
- - ¿Hace mucho que esperas al bus? - me pregunta con un marcado acento del este europeo.
- - Acabo de llegar hace 5 minutos – le contesto con mi acento español.
Y de esta sencilla manera conozco a Ferenc. Un antiguo trabajador de la construcción que emigró desde Hungría en los años 80, se casó con una australiana y acaba de divorciarse; vive sólo en una casa de la zona por la que paga 150 dólares cada dos semanas y tiene ataques de epilepsia bastante continuos por los que se medica con un montón de pastillas al día. Baja un par de veces al supermercado de la ciudad cuando nota que su cabeza no va a depararle una mala jugada y me cuenta que él conoció al famoso jugador de fútbol húngaro de los años 50, que jugó en el Real Madrid y que se llamaba como él: Ferenc Puskas.
Todo eso puedes saber de alguien que se encuentra solo en una ciudad y no tiene con quién hablar. Yo también le cuento alguna de mis peripecias por Adelaide y al llegar a la parada más cercana al supermercado, nos despedimos deseándonos un buen día; que espero no sea tan intenso como el de ayer.
Y así vas conociendo gente del mundo.
Ahmatjan: El chico sin patria, que viene de una provincia entre China y Rusia, que está viviendo con sus tíos e intenta estudiar inglés, encontrar trabajo de lo que sea y volver a su país (que sigue sin tener nombre) con mucho dinero para solucionar los problemas de su familia.
Mayumi: Una chica japonesa que después de 10 años de trabajar en una misma empresa y de tener el mismo novio, decidió dejarlo todo y marcharse a la aventura en Australia. Primero 6 meses en Sídney y ahora ya lleva 3 en Adelaide.
Hugo: Un ingeniero chileno que dejó su trabajo en Santiago de Chile para venir con su mujer y sus dos hijos a Australia porque su mujer está haciendo el doctorado y él intenta aprender inglés y cuida a sus dos hijos.
Fabio: Un chico del sur de Italia que está esperando que su novia acabe el doctorado en Roma y venga a buscarse la vida aquí. Mientras la espera, también intenta aprender el idioma y buscar un trabajo para poder vivir.
Y esta es una pequeña parte de la gente que te puedes encontrar en un autobús, una iglesia donde dan clases de inglés gratis o por la calle.
Noticia del coche: Según el mecánico de la RAA (algo así como el RACC en Catalunya), al Daewo Tacuma que queríamos comprar hay que: cambiarle la batería, los frenos no van bien, una goma del motor parece que esta medio rota y puede hacer que el aceite se introduzca por el motor y lo fastidie, o el aire acondicionado no funciona excesivamente bien. Así que sintiéndolo mucho, descartamos el Daewo y seguimos buscando.
El mundo está representado en las calles de Adelaide: son las 15:46 pm y hoy me apetece comprar un vino australiano, porque tenemos dos abridores y todavía no hemos utilizado ninguno de los dos. El vino español no debería tomarse a las horas que son ahora allí: 06:16 am.
Lo bonito de viajar es encontrarte a gente de todo el mundo, y conocer sus historia, y las razones por las cuales deciden dejar su tierra natal para aventurarse y empezar una nueva etapa de sus vidas en otro país. Como vosotros...
ResponderEliminarNo dejéis de conocer a gente.
Que aproveche ese buen vino!! (y que no os de sueño!!!!)