Al final todo llega. Lorena empieza a trabajar y no hay marcha atrás. Estas dos frases que parecen el fin del mundo, tienen un significado especial para mi. Se encamina hacia la vía 7 de la estación Central de Adelaide y se marcha a Mawson Lakes ha descubrir la cura final contra el cáncer, por lo menos.
Ahora me quedo sin su apoyo, sin poder buscar su mirada pidiéndole que me traduzca qué dicen los australianos con los que nos topamos. Pero no hay porque alarmarse porque yo soy un tipo con recursos y me voy a buscar la vida por la ciudad para aprender perfectamente el idioma y en poco tiempo tener también mi trabajo.
Y el primer capítulo de mis cursos gratuitos de inglés empieza en esta comunidad de South Adelaide en donde una señora muy agradable me dice que la clase de conversación esta a punto de comenzar.
Sin que parezca un chiste, dentro de mi grupo somos: 3 chinos, 1 japonesa, 1 coreana y 1 chica Sri Lanka (srilanquina, srilanquense?), un inglés jubilado que da apoyo a la señora australiana y yo.
Me presento al grupo como si estuvieramos en una reunión de alcoholicos anónimos y todos los asiáticos asienten con esa sonrisa típica de que no están entendiendo absolutamente nada de lo que les digo. La amable señora australiana les repite mi presentación y todos siguen asintidiendo de la misma manera. El comienzo parece duro, pero poco a poco voy entendiendo casi todo lo que dicen. Realmente no tienen nada que ver físicamente un chino, de una japonesa, de una coreana, ni siquiera en el acento. No sé si en estas clases orales de los lunes aprenderé mucho inglés, pero seguro que aprenderé a distinguir un chino hablando inglés de una coreana o una japonesa.
Salgo contento de la clase de acentos asiáticos y al pasear por un centro comercial veo que hay una cola kilométricade gente que compra la lotería nacional australiana que este sábado da un premio gordo de 20 millones de Australian$.
Lorena regresa harta de leer papers en inglés en su primer día de trabajo y después de un poco de ejercicio en el gimnasio del edificio nos comemos la primera pizza auténticamente australiana. No lleva canguro, a pesar de que en una de las posibles pizzas podías elegir comer tiburón, lo descartamos de momento. La pizza en cuestión es lo que viene siendo una de bacon, tomate, mozzarella y cebolla. Vamos, sin complicaciones.
Deben ser las doce del mediodía en España y por aquí la noche ya se nos ha echado encima: 20:30 pm (Goodnight to everyone).
Hola chicos!!!!
ResponderEliminarCon todo el cariño del mundo, vuestro blog es muchísimo mejor que gran hermano!!!. Esto si que es la vida en directo. Cuidaros muchísimo.
Se os quiere!
Ruth
Estaré al otro lado, siguiendo vuestras aventuras. Quien sabe, igual algun día esto se trasforma en un fantastico libro ...
Felicitaciones chicos! Sam, eres todo un redactor de historias...haces muy entretenida la lectura. YO que tú me hago escritor y al lío..jejeje
ResponderEliminarLes deseo mucha suerte en esta nueva aventura!
Un abrazo
Santi
bro no tienes narices de por no decir cojones de decirme 3 diferencias entre el acento de ingles entre el chino,coreano y japones jajajajajaja.....buenisimo totalmente faemino y cansado jajajajajaj que grande!!!!
ResponderEliminarJoer chicos,
ResponderEliminarasí sí que da gusto hacer un seguimiento de vuestra aventura.
Ya tengo la página en favoritos.
Un besito!!
Iván