20/10/10 Un iPhone y el Ikea sin gente

Despertarse a las 2:00 de la madrugada sirve para poder ver todos los videos de la gente a la queremos y echaremos de menos, así que la madrugada en Australia y el jet lag está servido para nosotros. Los horarios se descontrolan y hace que todo te cueste un poco más de lo normal.

Cuando la madrugada pasa y es imposible dormirse, encender la televisión en busca de cualquier cosa que te haga dormir es la opción más aceptable antes de recurrir a las drogas. 5:15 am en Adelaide y es hora de partido de Champion en España. El Real Madrid gana con facilidad a su bestia negra milanesa, y nos los comemos en menos de un cuarto de hora. Feliz por el trabajo bien hecho se duerme mejor.

Las 10:00 de la mañana es una buena hora para despertarse. Sabiendo que son es la1:30 de la madrugada en allí. Seguimos con Jet Lag, pero necesitamos un móvil  para empezar una nueva vida aquí. Y qué mejor móvil que un iPhone.

Pues eso hacemos, buscamos la primera compañía que nos regale un iPhone al apuntarnos allí. Y la primera que vemos es Vodafone Australia. Nos atiende el chico de la tienda y para haceros una idea de cómo habla, es como si a partir de ahora escribiese algo así: mdkado ladjfeihow akdfkaei, all right?

Lorena está a punto de tirar la toalla y yo miro al tío de la tienda como si me estuviese hablando una mezcla de suajili con finlandés y acento eslovaco, por suerte Lorena consigue entenderse con el tipo de habla extraña y conseguimos los dos iPhone.

Ahora toca alquilar una furgoneta para recoger las cajas que habíamos enviado como carga. El único coche que queda es una pick-up típicamente norteamericana que nos puede servir. Vamos al lugar de recogida de carga del aeropuerto y nos mandan a buscar un papel a aduanas, que está en Port Adelaide. Es una buena prueba para hacerme con el volante a la derecha y conducir por la izquierda; cambiar de marchas con la otra mano, mirar el retrovisor girando la cabeza al otro lado… suerte que los australianos son gente muy educada al volante y me disculpan un par de errores típicos: meterse en carril contrario o ir demasiado pegado al carril que no toca.

Los papeles de la aduana se tienen que entregar en el AQIS, el centro de cuarentena de Australia para que nos revisen que no tenemos nada raro. Pero a las cinco de la tarde ya cierran la oficina y tenemos que volver al día siguiente para el chequeo de las cajas y podérnoslas llevar a casa. Como el alquiler del coche es hasta las 15:00 del día siguiente, nos vamos a Ikea Adelaide y nos abastecemos de lo necesario para empezar a vivir: platos, cucharas, almohadas, fundas nórdicas…lo que viene siendo un día de compra completa en el Ikea. Y algo que nos sorprende muchísimo: esta casi vacío. No como en España que sea el día que sea y la hora que sea, te lo encuentras a reventar de gente, aquí podemos pasear tranquilamente.

Y son necesarios las almohadas, los platos y demás para vivir, aún más necesaria es la comida. Así que buscamos un supermercado cercano y hacemos nuestra primera compra australiana. Para empezar con curiosidades gastronómicas: venden carne de canguro, y como es difícil resistirse, nos compramos una bandeja con un par de filetes de carne de canguro que degustaremos algún día de éstos. 

Son las 21:00 en Adelaide, 8 horas y media menos en España y ya tenemos canguro para cenar.