Creas o no creas en Dios, madrugar siempre ayuda. Son las 8:00 de la mañana y estamos dentro de la oficina de Cuarentena de equipajes. Un tipo muy amable, nos dice qué formulario debemos rellenar, nos da hora para el lugar exacto de la revisión y recogida de nuestra carga. A las nueve en punto. Son las 9:00 y Lorena entra con uno de los técnicos de revisión de cuarentena para revisar que todo lo que nos hemos mandado desde España sea correcto.
Todo está correcto, así que ya estamos listos para cargarlo dentro de nuestro pick-up.
La bicicleta, lo realmente importante del equipaje, cabe dentro de nuestra furgoneta, así que ya solo tenemos que llevarnos el equipaje a casa y devolver la furgoneta para visitar un poco Adelaide, sin tener que pensar en papeleos, aduanas, cargas o movidas del estilo.
El mapa de Adelaide es una cuadricula rodeada por cuatro parques en las esquinas que marcan el centro, y nuestro apartamento está justo dónde marca la boca de pez de golosina de la foto. En menos de cinco minutos caminando estamos en el centro de la ciudad.
Hace un calor terrible estos primeros días de primavera en Adelaide. 28ºC marcaban los termómetros de la televisión nacional: la ABC (Australian Broadcasting Corporation). Para refugiarnos del calor nos metemos en el Central Market (número 7 en el plano).
Es parecido a cualquier mercado en España, pero con puestos de carne donde venden canguro, filetes de cocodrilo o lengua de cordero envasada como si fuera jamón dulce… visto así igual no tiene nada que ver con los mercados en España.
Y después del mercado central, una de las mejores cosas para mí. Entramos en la Library de Adelaide (la biblioteca pública), para ver si nos podemos hacer con un carnet y sacar libros, DVD, CD gratis y también encontrar un sitio donde la conexión a Internet sea gratis. Pues, resulta que aparte de hacernos el carnet, poder sacar libros, películas y demás cosas de forma gratis, nos enteramos que en la biblioteca dan clases de inglés gratis tres días a la semana. Si, clases de inglés gratis. Gratis. Vamos que todavía estoy alucinando de la oportunidad que tengo de perfeccionar (o aprender) de verdad el idioma de los aussie, y poderme desenvolver yo solo sin la traductora simultánea que tengo a mi lado, y que el próximo lunes ya empieza a trabajar, que para eso ha venido.
Aprovecho para empezar a leerme algún libro de mi nivel, y creo que con estos dos no tendré demasiados problemas.
Llegamos a casa y la siesta de las seis de la tarde que iba a ser para despejarse un poco después de un día duro, se convierte para mi traductora especial en otra secuela de cómo nos afecta el Jet Lag.
Son las 23:30 en el apartamento 224 de Waymouth Street, las 15:00 en España. Qué aproveche.
HEY BROTHER AND LORE!!!!Q GRANDE EL BLOG,ES SUPER GUAPO!!!!me encantan los libros,yo te recominedo sesame street parace una chorrada peor a mi me va bien....esto es cerca......esto lejos.....
ResponderEliminarun abrazo chicos.muchos animos
pd:si todo va bien el sabado hare 100km en bici...uuuuufffff ya os contare.